Días y días

Pasa el tiempo y apenas percibo como se me escapan de entre las manos las semanas. Repleto ando y día a día hincho más el velamen para alcanzar velocidad en lo profundo de la mar. Contra el oleaje, poco a poco, hasta vislumbrar tierra en el horizonte, mi proa corta las aguas y contra pronóstico se encauza por la ruta invisible que me habrá de llevar a las indias. Donde podre comerciar con sedas, aromas y especias.