Poema en las calles de una ciudad abarrotada

Casi las cinco de la mañana y yo aun por estos lares haciendo nada. Bueno, nada no... He estado escribiendo a una amiga en Turquía de la que hacia mucho que no sabía nada. He estado escuchando música. Viendo vídeos antiguos. He estado leyendo un poco en inglés e intentado encontrar el punto adecuando entre sueño y ausencia de hipo para poder irme a dormir

Ya he seleccionado todas las cosas que necesitaba para crear un pequeño libro. Tengo dudas sobre cómo hacer la cubierta y tengo que repasar lo que he escrito para corregirlo y en algunas partes mejorarlo.

Tampoco se puede decir que sea un virtuoso de la letra o que me guste tanto como para dedicarme a ello. Pero como con todo me gusta adentrarme un poco en el mundo del arte y al menos la escritura se me da menos mal que la pintura y ni que decir la música (algo que aunque en el colegio era de los mejores nunca he tenido la paciencia ni la constancia de seguir con ella)

Posiblemente ese sea mi gran defecto. El desinterés más allá de lo superficial que siento hacia las cosas (que no hacia cierta gente)

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Salí la otra noche y mientras volvía se escribía en mi cabeza un poema que ahora ya apenas recuerdo. Me gustó mucho entonces, pero ahora no salen las palabras ni las sensaciones de ese momento.

Avanzo contra un río de gente
ajena por completo a mi presencia.
Esquivo sus tactos, evaden mis miradas.
Soy la sombra imperceptible a la que dan paso.
Y mientras, mis viejas heridas no coaguladas,
lloran sangre a raudales
hasta unirse al reguero
de alcohol, sudor y sexo,
que discurre por la calle.
Humanidad inhumana.

Es chusta chusta... quizás se pueda mejorar.