martes, 13 de marzo de 2012

Leona.

Siempre termino en el deseo de tus labios.
Una pesadilla de niño de la que nunca me canso
Sombra del pasado
fuego del presente,
quemaduras del futuro.

Temo a dormir de nuevo
teniéndote en mi pecho.
Temo a la coraza hueca
que de mi haces
cuando veo tus andares
alejándose.
Temo al latido de mi corazón
y al despertar de mi pasión.

Eres la fiera más peligrosa de mi selva
y como un cervatillo suicida siempre te encuentro,
esperando tu dentellada, inmóvil.

Pero más aun temo ser yo la fiera y tú mi presa.

Y pese a todos los temores lucho por estar cerca

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