viernes, 6 de enero de 2012

Roberto, Ana y el cadáver.

Igual tengo la oportunidad de participar en un proyecto de novela conjunta con diversos escritores. Quizás pueda ser interesante ^_^


- Vamos cariño- dijo Ana aferrandose al brazo de su novio. - Estoy cansada y no me apetece dar todo el rodeo. Atajemos por el callejón y el descampado.

-No se Ana, ya sabes que ese lugar no es muy seguro por las noches. - Roberto mostraba la desconfianza propia de quien es conocedor de lo que sucedía en aquellos lares y no era preocupación por si si no por la joven e ingenua chica de pueblo que tenía a su lado.

- Pero tú eres un hombre bien fuerte y recio. Seguro que no nos pasará nada. - le replicó mostrandole una sonrisa preciosa a la que cualquier mortal le sería imposible negar nada.

-Está bien Ana, está bien. - Terminó por ceder él mientras se dirigían hacia el callejón que les ahorraría veinte minutos de trayecto.

La noche era templada para ser invierno y el cielo estaba parcielmente despejado con una luna que se resistia a abandonar el firmamento. Pronto dejaron las luces de la calle atrás y sus pasos resonaban como ecos distantes en un paraje yermo . El asfalto se torno gravilla y la gravilla dió paso a la tierra apelmazada de uno de los senderos que atravesaban ese basto descampado que había quedado entre el barrio de las luces y el polígono de Sotomonte donde habían ido a una sala de fiestas bastante popular.

-¡Ah!- gritó quedamente Ana al vislumbrar entre unos arbustos lo que parecia ser una mano que sobresalía. - ¿Qué coño es eso?- Su brazo se alargó señalando aquel bulto al tiempo que Roberto clavó su mirada en aquello que creía adivinar lo que era.

-No te muevas. Espera aquí.- su voz sonaba firme y confiada aunque por dentro era un torrente incontrolable de adrenalina que había agudizado todos sus sentidos hasta niveles que creía imposibles y casi podía hasta escuchar los latidos de corazón de su compañera presionandole aun más a guardar la cautela mientras se iba acercando.

Sus pies pararon en seco, o más bien en humedo ya que se detuvo sobre lo que él pensaba que era un simple charco de agua pero la consistencia de aquello distaba mucho de serlo. Atisbó por encima de los arbustos y ahogó un joder con todas sus letras mayusculas. Giró en redondo, tomó a Ana por el brazo y reanudó la marcha casi al trote.

-¿Qué es? ¿qué es lo que has visto?- Preguntaba ella entre jadeos del cansancio por aquel ritmo desenfrenado.

-Un cadaver. Eso es lo que era ¡Joder!. Ya sabía yo que no tendríamos que haber venido por aquí ¡Coño!. -contestó él.

-¿No deberíamos llamar a la policía o algo?

- Ahora lo único que me importa es salir de aquí cuanto antes. Ese hombre, mujer o lo que fuera no llevaría ahí más de 10 minutos.

Ana avivó más aún el paso mientras miraba hacia atrás y le pareció advertir algo que se movía detrás de un gran árbol y un destello, como ojos brillantes, que no dejaban de mirarles.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La experiencia mola. HAce años se hizo una en un foro pero se quedo a medias... si la acabais el resultado será un tanto excentrico XD

Lupen