domingo, 17 de mayo de 2009

Amanece

Ya empieza un nuevo día. No espero que sea ni el mejor ni el peor, de hecho no espero nada de él. La mañana se desarrollará como siempre, entre clases y espacios vacios en los descansos, espacios donde termino por aborrecer a la gente aunque también es cierto que últimamente me resultan menos molestos los compañeros. La tarde apacible delante de mi ordenador; un poco de juego, un poco de trabajo y quizás alguna conversación delante del messenger. Aunque me pregunto para qué.... cada día me aburre más y la gente que tengo agregada de hace tiempo solo me habla cuando quieren algo.

Ayer mismo me habla una chica con muchas preguntas pero ninguna respuesta a la mia y en cuanto obtiene lo que tiene una vaga excusa y desaparece. Así es la mayoría de la gente, o les eres útil o no existes para ellos. Y yo, tonto de mí, ahí estoy siempre para todos. Supongo que hay cosas que ni puedo ni quiero cambiar.

Ya no escribo como antes. Las ganas de escribir y retorcer las palabras como en un trozo de una alambrada de espino han desaparecido casi por completo al igual que la sangre que brotaba de mis brazos. Creo que eso puede ser en cierta medida bueno. Siempre que escribo "bien" ha sido porque por me sentía fatal. Si no me apetece escribir quizás sea porque ya no me siento mal. Aunque se que no me puedo enfrentar a ciertas cosas porque volvería a caer al mismo lugar de donde he salido, se podría decir que aun perduran las cicatrices.

Ayer y antes de ayer fué día de canción. Una ligerita que me gusta bastante.


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